jueves, 28 de agosto de 2014

Un fármaco para la esclerosis múltiple supera la primera fase de ensayos

La esclerosis múltiple es una enfermedad degenerativa. Consiste en una destrucción de la mielina (la cubierta de los nervios) por un funcionamiento anormal del sistema inmunitario, y tiene como consecuencia que las señales del cerebro no llegan a su destino. Por ello se manifiesta de maneras muy variadas (problemas de visión, de coordinación, de memoria, debilidad muscular, pinchazos, tics). No tiene cura y solo se pueden prescribir terapias paliativas durante los brotes o como mantenimiento. Por eso un fármaco que haya superado la primera fase de los ensayos en humanos es una buena noticia para los afectados (entre ellos, dos millones de europeos). Y eso es lo que publicó este miércoles en la revista Neurology, Neuroimmunology & Neuroinflammation un equipo de la Asociación Americana de Neurología.

El trabajo es solo una fase I, la que mide la seguridad del medicamento, y le queda un largo recorrido hasta llegar al uso clínico, pero tiene un abordaje novedoso, explican los autores. Hasta ahora, lo que se intenta con las terapias para la esclerosis múltiple es que no vuelva a haber brotes (la enfermedad no actúa de manera continua, sino que lo hace por episodios intercalados con periodos de estabilidad).

En este caso se ha encontrado —al menos en los ensayos con ratas— que se puede interferir en la actividad de una proteína, llamada lingo-1, que bloquea el proceso de reconstrucción de la mielina de los nervios. El anti-lingo-1, como se ha llamado al fármaco, impide esta actuación, lo que llevó en animales de laboratorio a una recuperación de las funciones nerviosas. El ensayo en personas, de momento, no ha arrojado datos al respecto. En esta fase se reclutó a 72 personas sanas y a 47 que tenían la enfermedad en una fase de no actividad o con baja progresión, y, como es habitual en estos ensayos, se les dividió en grupos para recibir placebo o diversas dosis del medicamento, que se administra inyectado.

El resultado principal del estudio fue que no hubo efectos secundarios de importancia. Pero, además, se pudo determinar qué cantidad de fármaco permitía mantener en la sangre el nivel óptimo de anti-lingo-1 que se había visto en animales que permitían una regeneración de la mielina. Por eso Diego Cadavid, miembro de la Asociación Americana de Neurología y del laboratorio Biogen que ha desarrollado el fármaco, se mostró optimista: “Con estos resultados podemos empezar los ensayos de fase II para ver si este fármaco puede restituir la mielina y tiene efecto en la recuperación de las funciones físicas e intelectuales”, ha dicho. Luego quedará un ensayo a gran escala para afinar los protocolos y medir definitivamente su eficacia, lo que suele llevar años, salvo que se decidiera, como con el ébola, que la situación de los pacientes es tan desesperada que se aceleren los plazos o, directamente, se salten estos pasos.

¿Padeces de "borrachera del sueño"?


Se trata de un trastorno más común de los que se cree y que aunque parezca inofensivo, a veces puede ser problemático 
Duermes profundamente y de pronto un sonido te despierta. No sabes si es el timbre, el teléfono, el televisor o la alarma de tu reloj. Estás totalmente confundido y desorientado, e incluso puedes actuar de forma violenta.
Según los especialistas, el comportamiento anterior corresponde a un trastorno del dormir llamado "borrachera del sueño", una condición que de acuerdo a un reciente estudio es más común de lo que se cree.
"Es como si estuvieran totalmente borrachos, no saben donde están o lo que están haciendo", describió Maurice Ohayon, psiquiatra del sueño de la escuela de medicina de Stanford y co-autor de la investigación que fue publicada en la revista Neurology.
El especialista agregó que se trata de una condición que usualmente ocurre cuando una persona se despierta de manera repentina, y que es distinta a los terrores nocturnos o al sonambulismo.
La denominada "borrachera del sueño" también es diferente a la sensación de somnolencia que la mayoría de las personas experimentan luego de despertar. Esto porque quienes padecen este trastorno, no son conscientes de sus actos y por lo general olvidan qué ocurrió durante los episodios.
De acuerdo a los resultados del estudio realizado por la escuela de medicina de Stanford, cerca de un 15% de los estadounidenses tienen "borrachera del sueño", lo que significa que 1 de cada 7 personas la padecen, pero lo desconocen. "Estos episodios no han recibido mucha atención, pero debido a que ocurren con gran frecuencia en la población general, deben realizarse más estudios respecto a por qué ocurren y cómo pueden ser tratados", señaló Ohayon a CBS News.
"La prevalencia es sorprendente", afirmó por su parte a Newsweek Stuart Quan, profesor de medicina del sueño de la escuela de medicina de Harvard.
Y aunque parezca ser un trastorno inofensivo, en realidad no lo es tanto, ya que puede resultar complicado si es que ocurre con frecuencia. "La persona en ese estado no dispone de sus capacidades cognitivas", sostuvo Ohayon, por lo que potencialmente puede hacerse daño a sí misma o a alguien que esté cerca. Esto ha llevado a los expertos a pensar que puede tratarse de un fenómeno relacionado con la habilidad que tienen los animales para reaccionar a una posible amenaza.
"Ese mecanismo tiene un rol protector para la sobrevivencia del animal, que necesita responder rápidamente a una posible amenaza cuando es despertado de forma repentina", afirman los investigadores en el estudio.
Cada episodio de "borrachera del sueño" dura como mínimo cinco minutos, pero en algunos casos incluso puede llegar a extenderse por un cuarto de hora.
La investigación también determinó que el fenómeno es más común en personas que presentan desórdenes mentales como depresión, trastornos del sueño o toman medicamentos psicotrópicos.
Lo positivo, según Ohayon, es que se trata de una condición que fácilmente puede solucionarse con una visita al doctor, quien puede recomendar cambios en el estilo de vida o quizás medicamentos para dormir.
El Mercurio, Chile